En las últimas décadas, China ha experimentado un auge impresionante en su capacidad productiva y tecnológica. Esto se ha traducido en una fuerte inversión en la fabricación de componentes electrónicos y eléctricos, incluidos los relés industriales. Los relés, que sirven para controlar circuitos de manera automática, son utilizados en equipos eléctricos como motores, transformadores, y sistemas de protección en plantas industriales. La demanda de estos componentes ha crecido a medida que sectores como la automatización industrial, la energía renovable y la fabricación de maquinaria han experimentado un rápido desarrollo.