Uno de los principales factores que ha generado una mayor demanda en el mercado de relés es la transición hacia fuentes de energía renovable. A medida que los países incrementan la producción de energía solar, eólica y otras fuentes limpias, la necesidad de relés de protección se ha vuelto más crítica. Estos relés no solo protegen los sistemas de posibles sobrecargas o fallos eléctricos, sino que también son fundamentales para garantizar la estabilidad de la red en momentos de alta variabilidad en la generación de energía, como en el caso de la energía eólica, que depende de las condiciones climáticas. La modernización de las redes eléctricas y el advenimiento de las "smart grids" (redes inteligentes) están llevando a la implementación de tecnologías más avanzadas de protección, lo que impulsa la demanda de relés especializados.